Esperando al Alba II
Tantas encrucijadas quedan detras...
Ya esta en el aire girando mi moneda
Y que sea lo que
Decirles me queda que el camino hasta aquí no podría haberse realizado sin ustedes. Han convertido lo que podía haber sido un camino tedioso o lleno de espinas en un paseo sobre pétalos.
Para terminar me gustaría compartir con ustedes, un brindis.
Permítanme que
proponga un brindis,
tomen una copa
y brinden conmigo
en honor a todas esas personas,
que para bien o mal,
me conocen.
A las que me pisotearon porque me dieron la fuerza para levantar incluso con sus pies encima.
A las que me ignoraron porque me di cuenta que nadie es imprescindible para nadie.
A las que me insultaron porque me obligaron a aprender a reírme de mí misma.
A las que me dañaron porque me hicieron madurar poco a poco.
A los que me mintieron porque hicieron que mi fantasía volase.
A los que no esperan mucho de mí porque me hacen creer que mis logros son más altos.
A los que sí esperan mucho de mí porque intentan que me supere a diario.
También:
A las que me entregan su sonrisa cada día porque son las que iluminan mis días.
A las que me necesitan porque me dan una razón para levantarme cada mañana.
A las que me quieren porque hacen que yo pueda regalar sonrisas.
A las que me apoyan incondicionalmente porque sin ellos me caería.
A las que me aconsejan porque, aunque no les haga caso, me demuestran su afecto.
A las que me escuchan porque me hacen sentir segura.
A las que me leen porque me hacen sentir importante.
A los que me comentan porque me hacen sentir además de importante, apreciada.
A los “malos”, a los “buenos” y a lo que simplemente fueron ellos.
Por todos ellos un brindis...