Paisaje humano
"Quién hubiera creido que se hallaba
sola en el aire, oculta
tu mirada..."
Silencio, silencio, silencio...
Así comenzó todo. En una fría noche a 3600 metros...
casi tocando el cielo.
Constelada se desplegaba la oscura dama radiante luciendo su galáctico velo.
A lo lejos se divisaba la vaporosa ciudad como incendiada de luces y en frío y la distancia de aquel lejano valle de ensueño y de desgracia.
Sufían los pequeños hombres de mejillas coloradas, manos agrietadas y labios tostados -por el hielo nocturno-.
Desde los bajos montes el viento gélido y sigiloso los agitaba, y eran uno... eran dos, eran muchos los agrestes peñascos que en la altura se alzaban.
Parecía aquello un dulce canto sin palabras,
una febril melodía,
casi una fiera plegaria que se extendía por los campos poblados de capullos,
sobre los arboles cubiertos de tímido rocío, el vasto prado lleno de verdor
y los arrolluelos que incesantes susurraban vida.
Silencio, silencio, silencio...
y me invento esta noche dormida en tu regazo,
caminante de mis sueños, peregrino de soles,
viajero del universo contrayendose hacia su origen...
luz eterea que palpita en el oriente
y se despliega... en silencio, silencio, silencio.
Te recuerdo en este crepúsculo sonriente.
Escuchando: " Sin tu latido" de Aute